“Pastor de mi pueblo Israel” Mateo 2:6
Es lo que La Palabra de Dios profetizaba y se refería en el antiguo testamento de “aquel que bautizará con el Espíritu Santo y con fuego” y es lo nos pide que seamos para su pueblo, ser pastores, la encomienda que en muchas ocasiones perdemos el rumbo por decisiones movidas por nuestros deseos, por influencias de este mundo, ataques del enemigo y en muchas ocasiones, aunque parezcan “buenas”, resolviendo muchas interrogantes que nos generan esa intranquilidad: ¿Qué es ser un pastor? ¿Cómo debe de ser un pastor?
Ante esta encomienda dada por Dios de guiar y apacentar a sus ovejas, antes de intentar resolver esas interrogantes sobre saber, ¿En qué guiarlos? ¿Apacentarlos de qué? , de conocer sus necesidades, sus AHORAS, es necesario que PRIMERO TU tengas y vivas esa paz y esa tranquilidad dada en Su Palabra en el Salmo 23, de esa guía en tu vida tan necesaria para que seas esa luz para muchos.
Así que es junto a las aguas de reposo donde crecemos en la gracia y conocimiento de nuestro Señor, dándonos calma e inspiración, es decir, no podemos apacentar y guiar si no vivimos ese fruto en nosotros, fruto obtenido únicamente por la convivencia y comunión con el Espíritu Santo quien nos lleva a conocer y vivir el modelo de Jesús: “Yo soy el camino, la verdad y la vida.” Juan 14:6.
Jesús fue llevado por el Espíritu Santo al desierto para establecer un modelo que fortaleciera y llevará a los creyentes.
¿Quieres apacentar y guiar? Primero tu: Pide al Espíritu Santo esa paz sobrenatural que proviene de Él, pasa tiempo de oración y ayuno en su presencia.
¿Pero qué hizo Jesús, cómo lo hizo?
Jesús no era un desconocido, alguien que a la primera en decir “sígueme” todos lo hacían, El caminaba por toda la región, no solo lo hacía en la sinagoga, predicaba las buenas nuevas con voz y acciones sobre quien era, dando testimonio del Padre, sanando TODO TIPO de dolencias (físicas, alma y espíritu).
Simón (Pedro) y Andrés por 1 año escucharon y conocieron de sus testimonios, es por eso que cuando Jesús los llamó no dudaron en hacerlo.
¿Queremos dar a conocer a Jesús? Es necesario salir, ir fuera de nuestra “sinagoga” y caminar, no es solo evangelizar en nuestra iglesia.
Crea un Club-grupo: Actividades fuera de la iglesia (físicas, grupos de apoyo, evangelización, redes sociales…)
Lleva tiempo.
A Jesús le llevó 1 año en decirle síganme a los primeros discípulos, así que ten calma y no te desesperes en esos “Pedros y Andrés”, recuerda que es la obra del Espíritu Santo y no la nuestra, es a su perfecto tiempo. Jesús vivió un anonimato, después una popularidad y al final un rechazo, pero El tenia UNA INTENCIÓN en esas personas, pasando tiempo con ellos en convivencia, no les dijo el primer día síganme, requiere tiempo y madurez, requiere de un DISCIPULADO.
Así que en nuestro llamado, predicar las buenas nuevas con voz y acciones, en guiar y apacentar a su pueblo, no es la cantidad de miembros sino de almas transformadas en Jesús con base a su modelo y con la guía del Espíritu Santo.
Ese es el objetivo, atender la Gran Comisión, D3-A3: Discípulos, haciendo discípulos que hacen discípulos, aquí, allá y mas allá, buscando la reconciliación con el Padre a través de Jesús y llevándolos a la madurez espiritual.
Entonces preguntémonos: ¿Cómo lo hizo? ¿Qué hizo?
Primero tu tiempo de oración y ayuno, de meditar en La Palabra: Busca su guía y su paz conforme a tu ritmo de tiempo y actividades pero en forma disciplinada, constante y ascendente.
No puedes solo, busca apoyo: Tu Pastor, otro líder, otro joven, pide acceso a las reuniones pastorales mensuales por Zoom por parte de nuestro Apóstol y Pastor Ariel, para pastores y líderes, estudia y medita las capacitaciones de Lift Learning
Vive el modelo de Jesús, cómo y qué hizo: Conoce, estudia y medita los evangelios.
Sal de la sinagoga, conoce y atiende la necesidad.
Discipulado práctico: Educación Cristiana
Mateo 28:19-20
El discipulado fue una de las formas como Jesús lo hizo, uno de los principales ministerios como dio a conocer al Padre y a si mismo, esto implica el pasar tiempo personal con las ovejas, el uno a uno, tiempo en el cual fortalecerá la relación; por lo tanto hay que ser prácticos así como Jesús lo hizo, lo que enseñaba lo aplicaba.
El discipulado práctico, es tener y hacer alumnos tras el corazón de Jesús, recordando que es el Espíritu Santo quién hará la obra y no nosotros, también recuerda que alumnos van y alumnos vienen, así como los maestros.
Recuerda cuando estabas en pre-escolar, en tu clase de colorear, había una persona que te mostraba como hacerlo con la idea de que lo hicieras de la mejor forma para que avanzaras al siguiente nivel, a tu clase de recortar con tijeras; en ese momento hubo personas que te acompañaron y mostraron como hacerlo pero era necesario que transicionaras, con otras personas para así entrar a la primaria y así sucesivamente.
Así somos en esta comisión, maestros con una asignación específica y temporal para este momento pero es necesario que el alumno camine, se fortalezca y madure. Así que debemos prepararnos y prepararlos para eso, formar alumnos tras el corazón de Jesús, enseñarlos y llevarlos a que con sus acciones sean la sal y luz de este mundo Mateo 5:13. Enséñales no solo a sobrevivir, sino a que florecer y accionar.
Sus AHORAS
Cuando enseñemos, debemos tener todo el cuidado de estar dando respuestas a sus preguntas y no a aquellas que no nos están haciendo para que así el propósito sea cumplido, Jesús en su ministerio tenía un propósito firme dado por el Padre, del cual nunca se desvió ante ninguna tentación Juan 4:1-11
Imagina el siguiente panorama:
Estás ante una convención magna en la cual hay 3 ponencias en diferentes salas pero a la misma hora, en una de ellas la conferencia será sobre hábitos de una alimentación sana, otra sobre técnicas y materiales modernos sobre limpieza y la última sobre manejo de ansiedad y estrés. Sin duda cualquiera de las tres son útiles y necesarias para nuestra vida personal y para nuestros alumnos, pero cual será la indicada y específica en este momento para ellos?
Todo puede ser útil inclusive “bueno” pero en ocasiones no estamos atendiendo sus necesidades, sus AHORAS y nos estamos desviando del propósito. Es por eso que debemos pasar tiempo con ellos, establecer una RELACIÓN a través del discipulado para conocer sus ahoras y ser pastores, sus amigos para guiarlos y apacentar sus necesidades. Recuerda que en este amplio camino, La Palabra de Dios es nuestro mapa y la presencia del espíritu Santo nuestra brújula.
¿Conóces sus AHORAS?
Enseñemos La Palabra, vida (evangelio) de Jesús, atendiendo y respondiendo ante sus dificultades, la verdad de La Palabra ante las tentaciones y problemas actuales, SUS AHORAS, una frase coloquial sería “rascarles donde les pica”, encontrarnos con ellos en el punto de SU NECESIDAD. No solo que escuchen, sino que entiendan y vivan La Palabra.
Al pasar tiempo con ellos, escucharlos, abrazarlos, entenderlos, ayudarlos a estudiar, mandarles un mensaje por redes sociales, eso es hacer la Gran Comisión y depende de la madurez y ritmo espiritual individual; así que recuerda, que cada uno tiene su particular ritmo crecimiento.
Así que enfoquémonos en estar enseñando, diseñando, desarrollando actividades y materiales pero con base a sus necesidades, dando una guía con respuesta en las promesas y virtudes de Dios.
Enseñemos La Palabra intencionalmente, que no solo conozcan y entiendan, sino que tengan una aplicación práctica en su vida.
Busquemos y proporcionemos a través del Espíritu Santo transformación, un cambio de mente y corazón evidenciado por el comportamiento en sus vidas: Un nuevo nacimiento llevado hacia la madurez espiritual.
Todos tienen necesidades diferentes, conforme a su edad y entorno.
Conoce sus necesidades: Tanto dentro como fuera del templo, sus dolencias del alma, espirituales y físicas.
En calma, pasa tiempo con el Espíritu Santo para que te muestre esas necesidades y por lo tanto el rumbo.
Pon ante Dios y tu Pastor las estrategias que te de a tu corazón para que sean accionadas.
Crea a tu equipo: Recuerda que no podemos solos y es parte del discipulado práctico e intencional. Formula, crea nuevos materiales, dinámicas, conferencias, cursos, apóyate en personas en las cuales Dios les dió talentos y capacidades.
Rendición de cuentas: Como algo permanente, tengan reuniones periódicas para una evaluación crítica, constructiva y amorosa sobre el plan de trabajo y los resultados.